Algunas de las mejores escenas improvisadas del cine. ¿Lo sabías?
Ante la asombrosa interpretación de los grandes actores y actrices del cine, no todo es lo que parece. Descubre qué improvisaciones caracterizan las escenas más famosas de Hollywood.
Desde la antigua época de los hermanos Lumière, con sus breves producciones que asombraban a los espectadores del momento, gracias al cine hemos podido disfrutar de historias que nos han hecho reír, llorar, preocuparnos, empatizar, sentirnos identificados, reflexionar y todas esas sensaciones que el ser humano puede experimentar. Se trata de un juego, un entretenimiento que nos permite viajar a través de la imaginación… ¡menuda experiencia eh! Pero hay que admitir que esto no sería posible si no fuera gracias a la profesionalidad (o más bien, ¡el arte y el talento!) de los actores y las actrices que aparecen en la pantalla. La asombrosa capacidad de meterse en distintas pieles, de interpretar emociones y sentimientos totalmente ajenos a quienes son ellos mismos y que todo parezca real permite que aquello que muestra la pantalla alcance el interior del espectador y le haga vivir experiencias totalmente nuevas para él.
Aun así, tal y como nos demuestran los famosos ilusionistas de Ahora me ves, no todo es lo que parece. El talento de los actores y actrices consiste principalmente en la interpretación de un guion preparado, un rol ya planteado anteriormente que los artistas estudian. Sin embargo, la preparación no es la única asignatura destacada en la actuación, sino que también es de gran importancia una buena improvisación. Saber qué decir cuando se olvida el diálogo, saber cómo actuar cuando en la escena hay un contratiempo, saber añadir algún elemento que haga la escena más fresca y adecuada… en definitiva ¡saber actuar! Pero hay que admitir que, aunque la improvisación destaque como capacidad del actor, esta no siempre es esperada. Seguro que te sorprende saber que muchas de las famosas escenas que protagonizan el mundo de Hollywood realmente son improvisaciones. Animales que se cuelan en el plano, diálogos inesperados, actuaciones de más que pueden ser peligrosas, frases que pasan a la historia… Descubre en el post de hoy diez producciones cinematográficas con escenas improvisadas que jamás hubieras imaginado la sorpresa que traen.
- Leonardo DiCaprio en «Django Unchained» (2012)
En esta película, Leonardo DiCaprio se luce interpretando al malvado Calvin J. Candie en una escena de reunión en la que a causa de su enfado golpea una copa y se corta la mano con ella. Pues bien, te asombrará saber que ese acto no estaba previsto y que la sangre era muy muy muy real. Pero aquí el artista demuestra su talento ya que sigue fiel a su papel y consigue dar mucho más dramatismo a la interpretación.
- Heath Ledger en «El caballero oscuro» (2008)
La famosa escena de la explosión del hospital dejó al actor con un buen susto en el cuerpo. Según el guion, durante la última explosión del recinto, el actor debía subirse a un autobús. Sin embargo, la fuerza de la interpretación conllevó al personaje a quedarse jugando un rato con el detonador. Poca gracia le hizo seguir interpretando por el susto que se llevó con la última detonación en la que se ve como el personaje se sube rápidamente al vehículo para irse. ¿Era un miedo actuado o más bien real, Joker?
- Johnny Depp en «Piratas del Caribe: El cofre del hombre muerto» (2006)
Tal y como aseguran sus fans, el humor jamás faltará en cualquier personaje que encarne Johnny Depp. Sea divertido, serio, aburrido, aventurero, temido… siempre se percibe una chispa que invita al espectador a reírse. No podía faltar este hecho en una de las producciones de la saga por la que principalmente se le conoce. En el filme de 2006, el actor volvió a salirse del guion (como es habitual) y en la escena en la que aparece con un tarro cantando, en realidad improvisa una canción espontánea.
- Rutger Hauer en «Blade Runner» (1982)
En una dramática escena en la que el robot interpretado por Rutger Hauer està a punto de morir ante los ojos del policía que le perseguía, su espíritu humano le permite reproducir unas últimas palabras realmente profundas. Sin embargo, el discurso contiene una frase que no estaba prevista en el guion sino que fue fruto de la creatividad del actor neerlandés: «Todos esos momentos se perderán como lágrimas en la lluvia».
- Harrison Ford en «Indiana Jones: en busca del arca perdida» (1981)
El agotamiento superó al actor que interpretaba al intrépido Indiana Jones en una secuencia de una lucha con espadas supuestamente bastante larga. Pero las ganas de volver al camerino pudieron con Ford y decidió terminar lo antes posible. Así que, viéndose solamente con un látigo en la mano, prefirió recurrir al revólver para acabar con todo. Para el director fue tan ingenioso que decidió tomarlo como bueno.
- Jack Nicholson en «El Resplandor» (1980)
Justamente una de las películas que hizo más famoso al actor es la que contiene una de sus mayores improvisaciones. Cuando el loco Jack persigue a su mujer e intenta alcanzarla en el baño con un hacha, destroza la puerta y se asoma por el hueco reproduciendo una frase que la mayoría conoce: «¡Aquí está Johnny!». Un momento, ¿Johnny? No, no fue un error de la película ya que se tomó esa escena como buena, una escena que ha hecho historia.
- Harrison Ford en «Star Wars. Episodio V: el imperio contraataca» (1980)
Otro diálogo improvisado que ha dejado huella aparece en el quinto capítulo de la saga de La Guerra de las Galaxias con el contrabandista (ya convertido en héroe) Han Solo. En la escena en la que besa fogosamente a la princesa Leia e inmediatamente ella le dice «Te amo», según el guion él debía contestar un «Yo también te amo». Sin embargo, lo que H. Ford realmente soltó fue un «Lo sé«, una respuesta espontánea que ayudó a forjar la personalidad de seguridad del personaje.
- Robert De Niro en «Taxi Driver» (1976)
En la escena protagonizada solamente por el personaje interpretado por Rober De Niro, este debía mirarse al espejo. Sin embargo, en lugar de eso siguió interpretando la escena reproduciendo reiteradamente una frase que hoy todos conocemos: «¿Are you talking to me?» («¿Me estás hablando a mí?”).
- Roy Scheider en «Tiburón» (1975)
Uno de los primeros grandes éxitos de Steven Spielberg se caracteriza también por una improvisación en el diálogo en la escena en que Roy Scheider es sorprendido por la boca de un tiburón mientras tiraba pescado al mar. La frase que reproduce a continuación parece que forme parte de la escena, pero no, es fruto de otro intento creativo del cine: «You’re gonna need a bigger boat» («Vas a necesitar un barco más grande»).
- Marlon Brando en «El Padrino» (1972)
Este famoso clásico del cine también nos sorprende con una pequeña improvisación. Sin embargo, esta es de las más interesantes. En la presentación del personaje en una escena clave, el gato que aparece ¡no estaba previsto! El actor se agenció uno que pasaba por ahí y el director no quiso interrumpir la inspiración que le surgía a Marlon Brando en ese momento. Dejó que el arte trabajara por sí solo y el animal ahí se quedó.